Colombia despidió ayer a los cuatro rehenes asesinados el sábado por las FARC. Un emotivo homenaje en el que los familiares de los fallecidos no pudieron contener sus lágrimas. A la ceremonia acudió el presidente del país, Juan Manuel Santos.La guerrilla de las FARC ha responsabilizado al presidente de Colombia y al ejército de la muerte de los rehenes. Según han asegurado en Internet, la intromisión de las fuerzas especiales provocó ese fatal desenlace.Los ciudadanos gritan que acabe ya esta guerra, "asesinos, fuera las FARC de aquí, de Colombia, que nos dejen en paz". Por otro lado el hijo del rehén José Libio Martínez, el secuestrado más antiguo de las FARC con 14 años en cautiverio, ha expresado casi entre lágrimas, "alto a esta guerra, que ha dejado muchas familias afectadas, muchos niños como yo, muy tristes sin sus padres, ya por favor paren, suelten esas armas".