l Bitcoin como tal no existe. No tiene forma física, no es tangible, no está emitido por ningún organismo y tampoco está regulado por nadie. Sin embargo se utiliza como moneda de pago en todo el mundo. Se mueven millones a diario de manera anónima. Algo que inquieta a los gobiernos y bancos centrales, que no son capaces de controlarlo.
Las grandes ventajas que tiene esta moneda virtual son la desaparición de los intermediarios - al menos los oficiales - , la inmediatez de las transacciones, y la seguridad. Es prácticamente imposible piratear las operaciones. Y todo sin la necesidad de identificar al emisor y al receptor de las operaciones. Unas cualidades que han hecho que esta moneda haya pasado de no valer prácticamente nada a ser un objeto de deseo. Eso podría convertir al Bitcoin en la próxima gran burbuja económica.