Argentina sigue siendo uno de los países menos transparentes o más corruptos del mundo. La situación del narcotráfico es una deuda pendiente que tiene la justicia y los cuerpos de seguridad del Estado.
Durante las últimas décadas el tráfico, la comercialización y el consumo de drogas han invadido las calles de la capital bonaerense, generando un negocio que a diario deja decenas de víctimas. El problema crece cuando la corrupción parece estar en manos de las propias autoridades; la impunidad reina y la justicia parece estar ciega.