Cámara al Hombro - Italia, un país amenazado por la desertificación

  • hace 7 años
Italia está atravesando una de las peores crisis medioambientales de los últimos dos siglos.

El fuego, la falta de agua y una subida extrema de las temperaturas están marcando la cotidianeidad del país. Son los efectos del cambio climático, un fenómeno que amenaza con convertir en desierto gran parte del país, con graves daños para la agricultura y los recursos hídricos. Nos lo cuenta nuestro compañero Rubén Martínez en este reportaje desde Roma.

El 2017 será recordado en Italia como uno de los más calurosos y secos de los últimos 200 años. Incendios, calor africano, sequía, estrés hídrico... son términos que aparecen cada vez más en el vocabulario de los italianos. Son los efectos del cambio climático, que está pasando factura al país en el presente y que amenaza con convertir gran parte de Italia en desierto en el futuro.

Prueba de ello es que, durante el invierno, las precipitaciones se han reducido entre un 50 y un 60% con respecto al mismo periodo del año anterior. Según la Asociación Ambiental Legambiente, en lo que llevamos de 2017 se han quemado 75.000 hectáreas, un 156 % de todo lo que ardió por incendios el año anterior. El fuego ha arrasado en los últimos 30 años el 12% del patrimonio forestal italiano. Para final de siglo, la temperatura aumentará entre tres y seis grados en el país, según un estudio de la ONG medioambiental WWF, que asegura que casi una quinta parte del país, el 21%, está en riesgo de desertificación.

Italia utiliza el 30 % de los recursos renovables hídricos disponibles, una cifra superior a la franja del 20 % fijada por el objetivo europeo. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) califica a Italia de país con un estrés hídrico medio-alto. La falta de agua se ha traducido en la disminución del caudal de algunos ríos y lagos al mínimo, algo que también sufren los ciudadanos.

En la capital hay repartidas 2800 fuentes. Algunas tan emblemáticas como las del Vaticano o las del Capitolio han cerrado el grifo hasta que pase la emergencia.

Son datos de Utilitalia, federación que reúne a empresas que gestionan los servicios públicos del agua y la energía. La antigüedad de la red es una de las razones principales por las que se pierde tanta agua potable. Su buena gestión es vital para aminorar los daños de la desertificación. Pero las cifras nos hablan de todo lo contrario.

Sobre todo en sectores tan importantes para la economía italiana como la agricultura, una actividad que se ahoga por la crisis del agua.

Así lo corrobora la principal federación de agricultores del país, Coldiretti. Al menos 10 regiones del país estarían preparadas presentar la solicitud de 'estado de calamidad' al Ministerio de Agricultura.

Desde la antigüedad, Roma asombró al mundo por su dominio sobre la naturaleza. Sus grandes obras, sus sistemas de alcantarillado y sus acueductos demostraron su habilidad en el campo de la ingeniería. Hoy, los ciudadanos de la Roma moderna, acosados por las altas temperaturas, la crisis del agua y la amenaza de desertificación, piden a sus gobernantes que recuperen el espíritu de los grandes emperadores que convirtieron a Roma en un símbolo de gestión óptima de los recursos.

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