Detrás de la Razón - ¿Prueban arma secreta: ¿Bioterrorismo y Cólera?

  • hace 7 años
Lo que se ve en Yemen es para hacer temblar a cualquiera, solo escuche e imagine esta cifra: cada día hay 5000 nuevos casos de cólera en ese país.

Solo esa cifra es para dar escalofríos. Estamos hablando del brote de cólera más grande del mundo, son datos duros basados en el reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) internacionales, incluida la propia Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés). Pero déjeme seguir dándole cifras de la muerte, se imagina usted que en un país, más de la mitad de la población esté en desastre humanitario, que más de la población necesite ayuda humanitaria urgente.

Estamos hablando de 17 millones de personas, de 27 millones que hay en todo Yemen. La cifra es altísima. Y que además 7 millones estén en hambruna. Más de 2 millones de niños en total desnutrición. Y más de la mitad de la población, no tenga agua potable. ¿Puede usted concebir este desastre humanitario? No, ni usted ni nadie, la organización humanitaria internacional Médicos Sin Fronteras (MSF), así, con la boca abierta de asombro, alerta que el sistema de salud yemení esta colapsando, porque además no hay medicinas suficientes, camas, hospitales, alimentos y artículos de primera necesidad.

A todo esto y como causa, hay que mencionar que del cielo caen bombas, aviones F-15 que se dan placer bombardeando todo lo que pueden. 28 meses de bombardeo de Arabia Saudí, a promedio de 127 bombardeos al mes, y que lo peor es que de cada 4 ataques, tres son objetivos civiles, gente inocente y desarmada. Las bombas caen en escuelas, hospitales, guarderías, centros de salud, centros sociales y hasta en funerales.La pregunta entonces es ¿por qué Arabia Saudí sigue bombardeando? ¿Más de dos años y de miles de litros de sangre y vida, no le es suficiente para su sádica sed de dominar? porque no se le puede llamar más que sadismo al ver morir a tanta gente, desde la comodidad de los aviones. Más aún, ¿por qué Estados Unidos apoya esta masacre? Sabía usted que los aviones cisterna KC-135 Stratotankers que despegan de Turquía o desde el mar Arábigo, son de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, y son aviones cisterna que abastecen en el aire a los F-15 de Arabia Saudí, para que puedan matar yemeníes.En octubre pasado, Reuters reveló un documento del Departamento de Estado http://fingfx.thomsonreuters.com/gfx/rngs/USA-SAUDI-YEMEN/0100220E50E/USA-SAUDI-YEMEN%20DOC1.pdf, donde se exhibe como algunos oficiales del expresidente Barack Obama, le alertaron de que podrían estar cometiendo crímenes de guerra por apoyar a Arabia Saudí, la preocupación fue tanta que incluso consultaron un caso similar en Liberia, el de Charles McArthur Ghankay Taylor, expresidente de ese país que cumple condena por crímenes de guerra.

El fallo determinó que ‘la asistencia práctica, el estímulo o el apoyo moral’ es suficiente para determinar la responsabilidad por estos crímenes. Los fiscales no tienen que demostrar que un acusado participó en un delito específico, según la Corte con respaldo de las Naciones Unidas. Abogados y oficiales dentro del gobierno habrían alertado a la Casa Blanca, que en vez de parar el apoyo, confirmó más de 1.000.000.000 de dólares en más armas para Arabia Saudí, y con la Administración Trump, pues ese documento se sepultó porque ahora fueron 100.000.000 .000 de dólares en armamento.

¿Con ello no se podría pensar en que alguien está causando la propagación del cólera de manera premeditada? ¿Podría estar ensayándose una guerra bacteriológica también, bioterrorismo? Más cuando el Gobierno de EE.UU. ha vendido bombas de racimo a Arabia Saudí, prohibidas estrictamente por el derecho internacional. Los analistas contestan y usted toma la decisión, su opinión y su conclusión. Seamos punto de partida.

‘Detrás de la Razón’: el análisis, las preguntas y respuestas a las diez treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, siete y Madrid, ocho de la tarde; México y Colombia, una de la tarde.

Por: Roberto de la Madrid.

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