En España cualquier persona puede realizarse un test de de este tipo. Basta con acudir a un laboratorio de genética con las muestras de ADN de cada una de las personas interesadas. Es tan fácil y rápido que incluso se puede solicitar un "test a domicilio", compuesto por cuatro bastoncillos (dos para el padre y dos para la madre) que hay que impregnar de saliva, una hoja informativa y una plantilla para rellenar con los datos del solicitante. Se trata de de pruebas informativas o anónimas y suponen cerca del 80% del total que se realizan.