Cámara al Hombro - Bomberos voluntarios en Perú

  • hace 7 años
En Perú, los bomberos realizan una labor de servicio admirable, arriesgando sus vidas ante cada emergencia pese a que son voluntarios.

Son alrededor de 14 mil bomberos los que se enfrentan todos los días a enormes emergencias exponiendo sus vidas para salvar las de otros. Su incansable labor es muchas veces poco reconocida y, si se pudiera resumir en pocas palabras, estas serían valor y nobleza.

Guillermo Caballero es bombero voluntario desde hace más de 10 años y eligió esta arriesgada labor por la vocación que tienen todos los hombres de rojo: ayudar al prójimo, salvar vidas y tener un gran corazón.

Los bomberos del Perú son voluntarios; es decir, no reciben ningún tipo de remuneración por esta arriesgada labor, ya que no son funcionarios públicos, pese a lo cual en la población siempre hay voces que reclaman un salario para ellos.

El Perú es uno de los pocos países de la región donde los bomberos son voluntarios. En países como Chile, por ejemplo, el servicio es mixto: hay remunerados y voluntarios.

Pese al pedido de la población de bomberos remunerados, ellos mismos tienen otra perspectiva sobre esta cuestión. Prefieren seguir siendo voluntarios para que la mística y el espíritu de servicio no se pierdan.

Lo que sí necesitan los bomberos peruanos es mejor equipamiento. Muchas veces es difícil controlar las emergencias por falta de equipo y hasta de uniformes. El Gobierno se ha comprometido a invertir unos 3 millones de dólares para dotar de mejor equipamiento a los hombres de rojo.

Otro aspecto que juega en contra de los bomberos es la informalidad y falta de prevención por parte de la población, primero para que los accidentes no ocurran y segundo para saber cómo actuar en casos de emergencia. Por ello, es importante que los locales tengan rutas de escape y una correcta señalización.

Mientras la población descansa, estos héroes anónimos siempre estarán en sus cuarteles atentos al llamado de las sirenas para combatir no solo las emergencias, sino también las carencias y limitaciones que muchas veces tienen.

Jorge de la Quintana, Lima.

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