Nacido en Makó, Hungría, Pulitzer inició la carrera militar pero fue rechazado por el ejército austríaco debido a su frágil salud y a su mala visión. Emigró a los Estados Unidos en 1864 para luchar en la Guerra Civil Estadounidense. Tras la guerra se fue a vivir a San Luis (Missouri) donde en 1868 empezó a trabajar para un periódico de lengua alemana, el Westliche Post. Se unió al Partido Republicano y fue elegido en 1869 para la Asamblea del Estado de Missouri. En 1872 Pulitzer compró el periódico en el que trabajaba por 3000 dólares. Después, en 1872, compró el St. Louis Dispatch por 2700 dólares y fusionó los dos diarios para crear el St. Louis Post-Dispatch, que terminó siendo el periódico diario de San Luis. Fue ahí donde Pulitzer desarrolló su papel como portavoz del hombre corriente con exclusivas y con un acercamiento a la noticia fuertemente populista. En 1883 Pulitzer, ya millonario, adquirió el New York World, un periódico que estaba perdiendo dinero año tras año. Pulitzer dirigió la atención del periódico hacia historias de interés humano, escándalos y sensacionalismo. En 1885 fue elegido para la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, pero renunció tras unos pocos meses de servicio (al parecer por no encontrar en la política un ámbito que colmase sus intereses de realización personal). En 1887, reclutó a la famosa periodista de investigación Nellie Bly. En 1889 introdujo una hoja dominical en la edición dominical,1 y seis años después la primera historieta en color de un periódico: La luego inmensamente popular The Yellow Kid de Richard F. Outcault. Bajo la dirección de Pulitzer, el diario aumentó su circulación de 15 000 a 600 000 ejemplares, convirtiéndolo en el primer periódico del país en difusión. El editor del periódico rival New York Sun atacó a Pulitzer llamándole en 1890 «el judío que abandonó su religión». Tras el ataque, que tenía por objeto el quitarle los lectores judíos, la ya frágil salud de Pulitzer se deterioró rápidamente y tuvo que abandonar la actividad periodística de forma directa, aunque continuó dirigiendo activamente el periódico desde su retiro en Bar Harbor, Maine y desde su mansión de Nueva York. En 1895, William Randolph Hearst adquirió el periódico rival New York Journal, al que condujo a una guerra de difusión. Esta competición con Hearst, en concreto en todo lo que se refirió a la cobertura antes y después de la guerra hispano-estadounidense, que no fue más que una creación producto de buscar una historia más amarilla, escandalosa, y falta de veracidad, con el objeto de atraer más público.