La policía alemana sigue tras la pista del prófugo sirio sospechoso de planear un ataque
- hace 8 años
Este domingo se han llevado a cabo una detención y nuevos registros en pisos de Chemnizt, ciudad donde ayer fueron detenidas tres personas en una gran operación policial.
Dos de ellas han sido puestas en libertad. La tercera tendrá que declarar ante el juez, se trata del propietario de la vivienda donde se encontraron explosivos “altamente peligrosos”. El principal sospechoso logró huir.
El portavoz de la policía sajona explicaba con cierto pesar la evasión de Jabar Al-Bakr un sirio de 22 años, llegado a Alemania como refugiado hace un año.
“El sospechoso que buscamos con ayuda de la población desafortunadamente escapó por muy poco pero la búsqueda continúa”, ha afirmado Tom Bernhardt, quien aseguraba haber recibido más de 80 alertas telefónicas y a través de internet.
Una vecina cuenta de la vivienda ha explicado cómo se desarrolló el operativo. “Estaban ahí con las pistolas automáticas, le apuntaron con la luz roja de las armas. Yo grité con las manos en alto: ¡somos inquilinos, no somos nadie! Estabamos muy asustados, teniamos miedo”, ha contado la mujer aún con el miedo en el cuerpo.
La polícía temió que el jóven Al Bakr llevase explosivos adheridos al cuerpo por eso a pesar de tenerlo rodeado decidió no disparar ni intentar retenerle y acabó escapando.
Dos de ellas han sido puestas en libertad. La tercera tendrá que declarar ante el juez, se trata del propietario de la vivienda donde se encontraron explosivos “altamente peligrosos”. El principal sospechoso logró huir.
El portavoz de la policía sajona explicaba con cierto pesar la evasión de Jabar Al-Bakr un sirio de 22 años, llegado a Alemania como refugiado hace un año.
“El sospechoso que buscamos con ayuda de la población desafortunadamente escapó por muy poco pero la búsqueda continúa”, ha afirmado Tom Bernhardt, quien aseguraba haber recibido más de 80 alertas telefónicas y a través de internet.
Una vecina cuenta de la vivienda ha explicado cómo se desarrolló el operativo. “Estaban ahí con las pistolas automáticas, le apuntaron con la luz roja de las armas. Yo grité con las manos en alto: ¡somos inquilinos, no somos nadie! Estabamos muy asustados, teniamos miedo”, ha contado la mujer aún con el miedo en el cuerpo.
La polícía temió que el jóven Al Bakr llevase explosivos adheridos al cuerpo por eso a pesar de tenerlo rodeado decidió no disparar ni intentar retenerle y acabó escapando.