Turquía se lanza de lleno contra sus enemigos.
Cazas F16 de las fuerzas aéreas despegaron en la madrugada del viernes de la base de Diyarbakir y en cuestión de pocos minutos bombardearon varias posiciones del grupo Estado Islámico en Siria.

Las operaciones ofensivas no concluyeron ahí, ya que también fueron bombardeadas posiciones del PKK en el norte de Irak.

En suelo turco, una importante operación policial concluía con la detención de 300 personas por presunta vinculación con la guerrilla kurda o con el grupo yihadista. Un intenso viernes que coincide con la apertura de una de sus bases a la coalición antiyihadista liderada por Estados Unidos y que deja bien a las claras la nueva postura del Gobierno de Erdogan.

“A partir de ahora empieza una lucha diferente”, aseguraba el presidente turco en referencia a estos ataques “Vamos a hacer lo que sea necesario. Nuestra nación debe confiar en su estado”.

Turquía responde así a los últimos ataques perpetrados por el autodenominado E