A punto de cumplirse dos años de la detención de Daniel Sancho en Tailandia y uno desde su condena a cadena perpetua por el asesinato del cirujano Edwin Arrieta, el hijo de Rodolfo Sancho afronta el encierro con una rutina muy marcada y, según su entorno, en "muy buen estado" tanto físico como anímico. Fuentes legales relatan que el joven chef cuenta con ciertas comodidades poco habituales en el sistema penitenciario tailandés.