Una granizada barre Cataluña y la sitúa en alerta roja por lluvias y tormentas de granizo. Cae con tanta fuerza sobre las piscinas que asusta, así como el tamaño del granizo. Incapaces de soportar el peso, unos toldos de una terraza en Lleida se acaban rompiendo y derraman todo lo que ha caído en apenas unas horas.