En pleno Madrid de los Austria, un pasadizo conocido como el Panecillo ha entrado en un estado de "limbo eterno", según el concejal socialista Antonio Giraldo, puesto que siendo público desde hace siglos, permanece cerrado desde el siglo XIX. Las llaves del pasadizo se entregaron a la nobleza y al clero durante la última etapa de Fernando VII. Desde entonces ha permanecido vallado y actualmente el acceso está en manos de la empresa Arralde Inversiones SL, que explota el Palacio de Conde de Miranda. Según ha reconocido la Dirección General de Gestión Urbanística en una respuesta oficial, la calle figura como viario público en el Plan General de 1997 y aparece en el Inventario de Vías Públicas. No obstante, no consta inscrita en el Inventario del Patrimonio Municipal del Suelo, lo que genera una contradicción administrativa.