00:00Hola, mi nombre es Tomás Dizoni. Estoy haciendo este video para contar algo que me costó años decir en voz alta.
00:10Cuando era adolescente, acusé falsamente a mi padre de algo gravísimo.
00:17Y lo más difícil de admitir es que sostuve esa acusación durante más de 10 años.
00:22Recién hace aproximadamente dos meses, y no por un clic mágico e instantáneo, sino por un proceso largo y doloroso, empecé a ver con claridad que aquello que había creído y repetido era una mentira.
00:38Crecí escuchando que mi papá era peligroso, que tenía que tenerle miedo, que nos había hecho daño, nos había lastimado, nos golpeaba.
00:47Y yo, como hijo, creí lo que me decían.
00:50No fue una mentira inventada por mí, fue una historia sostenida, repetida, impuesta por una figura adulta en la que yo confiaba plenamente, mi madre.
01:04Pero esa historia, con el tiempo, se transformó en una verdad emocional que no tenía sustento real.
01:10En consecuencia de esto, mi papá fue preso, tres años.
01:17Perdió su trabajo, su nombre, su salud, su dignidad.
01:22En todo esto, yo también perdí.
01:25Perdí la verdad, perdí la confianza en mí mismo, a mi familia y a mi papá durante más de una década.
01:32Con los años, empecé a ver cosas que no me cerraban.