La instalación tendrá una capacidad anual de 70 millones de cartuchos y refuerza la alianza militar entre Moscú y Caracas
La corporación estatal rusa Rostec, a través de su filial Rosoboronexport, ha concluido la primera fase de construcción de una fábrica de municiones calibre 7,62 mm para fusiles Kalashnikov en Venezuela. La nueva planta representa un nuevo paso en la creciente cooperación militar entre ambos países.
Según Rosoboronexport, la fábrica tendrá capacidad para producir hasta 70 millones de cartuchos al año, lo que fortalecerá considerablemente el potencial defensivo de la nación sudamericana. Cada línea de producción está diseñada para fabricar decenas de miles de cartuchos por turno, y las pruebas iniciales confirmaron la calidad de los productos y su conformidad con las especificaciones técnicas declaradas.