“Un periodista dijo que lo mejor del Quilmes Rock fueron Juana Molina y Massacre”, manifestó orgulloso Walas antes de desenfundar la canción “El deseo”, en la noche del viernes en la sala C Art Media. Y luego de lo que mostró la banda en el predio de Chacarita, no hay duda de que esa performance consumada en el festival seguirá rankeando bien alto. A contramano de las expectativas que generó esta escala de su gira “Viaje astral 2+0+2+5”, que coincidió con la salida de su último disco de estudio, Nueve (lo que motivó la concomitancia numérica), este bastión del rock alternativo argentino expuso una versión desdibujada de sí mismo. Era como una especie de torrente sanguíneo en el que el flujo carecía de potencia, por lo que no podía irrigar por igual a todos los órganos.