Ya es un lugar común aseverar que para cada una de las acciones o frases que perpetra Pedro Sánchez en la actualidad, siempre aparecerá un vídeo del pasado para afearle su conducta.
Ahora, cuando el caso de Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE, le ha estallado en toda la cara, el inquilino de La Moncloa se parapeta en la sede de Ferraz para pedir perdón y alegar que desconocía las actividades que llevaba a cabo su número 3.
Sin embargo, el Sánchez del pasado tiene un mensaje para el actual presidente del Ejecutivo socialcomunista.
29 de octubre de 2014. El recién elegido secretario general del PSOE interpelaba al entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (PP) al que le reprochaba que no diese la cara en sede parlamentaria sobre los casos de corrupción que afectaban al Partido Popular.
Sánchez, con tono prepotente y hasta desabrido le afeaba también el hecho de que solo compareciese para pedir perdón y no dar explicaciones ante el Parlamento y ante el conjunto de los ciudadanos españoles:
Señor Rajoy, señor presidente, usted está asediado por la corrupción. Lo está. La corrupción, señorías, es veneno para la democracia. Y lo que prueba nuestra voluntad de extirparla es si somos o no firmes en su combate, señor Rajoy. Por eso, yo no voy a caer en el 'y tu más' Yo diré y yo más. Y yo más, señorías del Partido Popular. Y yo más. Yo más contundente. Yo más implacable. Y yo más ejemplar cuando existan casos de corrupción en el Partido Socialista.
El problema del Partido Popular no son sus militantes, señor Rajoy. El problema del Partido Popular son sus dirigentes. Este es el problema. Ayer en el Senado, señorías, señor Rajoy, usted pidió disculpas. Pero no se equivoque. Ni al Congreso ni al Senado se viene a pedir perdón, sino a dar explicaciones, a rendir cuentas y a asumir responsabilidades políticas.
Y reiteraba que aguardaba esas explicaciones del entonces presidente del Gobierno:
Menos disculpas. Más explicaciones. Comparezca en el Congreso para dar explicaciones, tomar medidas y asumir responsabilidades. No por el bien del Partido Popular, señor Rajoy, sino por el bien de la democracia española. Le estamos esperando.