Ningún chile les acomoda

Como diría el presidente Enrique Peña Nieto en uno de sus recientes discursos, “ningún chile nos acomoda”. Pero eso no es obra de la casualidad

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00:00Los mexicanos tenemos sembrado el chip de la inconformidad a flor de piel. Pocas cosas

00:19nos parecen suficientes. Si van en una dirección, levantamos la voz. Si se cambian a otra, también

00:25la censuramos. Si el caso va bien, ¿cuánto está costando? ¿Quién se está mochando? Si

00:30va mal, ahí está. Es obra de los ineptos del gobierno. Como diría el presidente Enrique

00:36Peña Nieto en uno de sus recientes discursos, ningún chile nos acomoda. Pero eso no es

00:41obra de la casualidad. Esa crítica diestra y siniestra contra quien no comulga con nuestras

00:47ideas o no hace lo que pensamos o decimos, es producto de siglos de gobiernos oligárquicos

00:52que sojuzgan y no escuchan. Son aquellos que desde el poder trazan para beneficio personal

00:58de un puñado de gobernantes y de empresarios la ruta política o económica que más les

01:04conviene, aunque sea evidente que no es la mejor para el pueblo. En ese marco se inscriben

01:10las duras críticas de morenistas y de priistas ante el desayuno que se dio entre Andrés Manuel

01:15López Obrador y José Antonio Mí, un suceso impensable hasta hace algunos días, que el

01:21presidente electo que sacudió al viejo sistema político invitará a dialogar al candidato

01:26perdedor del partido en el poder. Una escena muy digna de aplaudirse en cualquier democracia,

01:32menos en México. Un encuentro que refleja humildad del ganador que invita y también

01:37del perdedor que acude. Un apretón de manos entre dos rivales que pasada la elección aceptan

01:43civilizadamente el resultado y prometen buscar lo mejor para el país. Por detrás de ese sueño

01:48de primer mundo, en México las redes fusilan a Mansalva. Que si López Obrador ya pactó

01:54con la mafia del poder. Que si Mit se arrastró para que ahora los morenistas lo hagan suyo.

02:00El juego perverso al que llevamos la política en México es de blancos y negros, de buenos

02:06y malos, de querubines y demonios. No hay grises. Le construimos un altar a quienes favorecemos

02:12y enviamos al paredón a quienes no piensan igual, aunque estén dispuestos a contribuir

02:18al cambio. Siempre lo dijimos. Mit es un funcionario público decente y preparado. Un profesional

02:24del servicio público al que no embalde vivió la responsabilidad de cinco secretarías de

02:30Estado, tanto en gobiernos panistas como priistas. Y López Obrador está sintonizado

02:35en la frecuencia de Amlog, Amor y Paz, de mandar señales de que el cambio prometido se hará

02:41en paz. Y todos los que se quieran sumar desde la buena voluntad, bienvenidos. Lo que no es

02:46justo es que los extremistas de la política y de los negocios se adueñen de los juicios

02:51sumarios sin más información que, no me gusta, aquí hay algo escondido o estos ya venían

02:58arreglados. Y que convierten a sus medios, los propios y los alquilados, junto a las volátiles

03:04redes sociales en tribunales desde los cuales instalen una dictadura de la verdad, la de

03:09su verdad. Veámonos en el espejo ególatra de Donald Trump y lo que queda de sus fanáticos,

03:15dedicados a sembrar odios y cosechar tempestades, como para que los mexicanos le aticemos más

03:21leña a la hoguera. El gobierno de López Obrador todavía no comienza, aunque los espacios estén

03:26inundados de designaciones, planes y proyectos. Demos el beneficio de la duda, apoyemos y ya

03:33sobre resultados, juzgamos. Por lo pronto, dejemos de satanizar un encuentro como el que

03:38debería darse con el resto de los candidatos de la elección 2018.