00:00Las lágrimas de emoción creo que son mis preferidas. Y la música tiene mucho eso, ¿no? En mis canciones hay una búsqueda un poco de eso. De hecho, me cuesta cantarlas en vivo. Hay algunas que no las voy a cantar nunca en vivo porque voy a llorar directo. Pero llorar, llorar, no que se me caiga una lagrimita. Una lagrimita se me cae casi siempre, te diría. Se me cobre el rimel y todo.
00:19Pero sí, es un poco eso. Es un momentito de descargue. Dicen que llorar baja el cortisol. Entonces, está bueno. Son tres minutos, dura la canción, te sacan a la lagrimita y seguís. No es demasiado. Es una descarga por ahí un poco que la música nos da esa oportunidad de descargarnos.
00:39¿Con qué canciones es con las que lloras?
00:42Oh, tengo algunas que una vez me tuve, estaba en New York comiendo con mi hermana y me tuve que ir al restaurante porque hay que hacer lo que no las puedo escuchar.
00:50Claro, de Luna y de Debussy. Estoy hablando de romanticismo, música clásica. Me levanté y me fui. Le dije, ahora vengo. Y me fui y conté tres minutos y volví una cosa así.