Parte 1 El Rey Rechazado (60-0515m) - William Branham

En este poderoso mensaje titulado “El Rey Rechazado”, el Hermano Branham nos lleva al pasaje bíblico de 1 Samuel 8 para ilustrar una verdad atemporal. Israel, el pueblo de Dios, llegó a un punto en que rechazó a Dios como su Rey, pidiendo en cambio un rey humano “como todas las naciones”. A pesar de las advertencias del profeta Samuel sobre las consecuencias de tener un monarca terrenal —servicio forzado, impuestos y pérdida de libertades— el pueblo insistió: “No, sino que habrá rey sobre nosotros”. Este evento marcó un momento crítico en la historia bíblica: el instante en que la nación eligió ser gobernada por el hombre y no por Dios, dándole la espalda a su Rey celestial.

Lección espiritual para hoy
El Hermano Branham, reconocido por muchos como profeta, aplica la lección de Israel a nuestra vida espiritual. En “El Rey Rechazado” del Hermano Branham vemos un paralelismo entre aquella historia antigua y la actualidad. Dios nunca ha querido que Sus hijos se conformen a las prácticas del mundo ni que sean controlados por sistemas humanos. La Iglesia y el creyente individual deben ser guiados directamente por el Espíritu Santo, pero hoy, al igual que ayer, muchos prefieren seguir a líderes religiosos, denominaciones o tradiciones cómodas antes que someterse plenamente a la dirección divina. Esta enseñanza del Hermano Branham enfatiza que no es la voluntad de Dios que el hombre gobierne sobre el hombre en el ámbito espiritual —esa fue la petición equivocada de Israel— sino que cada corazón permita que Dios mismo sea su Rey y Gobernante.

A lo largo del mensaje, el Hermano Branham destaca la sutileza con que el enemigo engaña al pueblo de Dios. Samuel, como profeta de Dios, no había fallado al pueblo: sus palabras eran verdaderas, su liderazgo intachable y siempre transmitió “ASÍ DICE EL SEÑOR”. Sin embargo, impulsados por deseos mundanos, los israelitas rechazaron esa guía perfecta, queriendo parecerse a las naciones vecinas. El Hermano Branham explica que Samuel en aquel entonces representa al Espíritu Santo hoy: el Espíritu de Dios es el portavoz infalible que nos guía conforme a la Palabra. Cuando las personas dejan de escuchar Su voz y buscan algo que les “diga otra cosa” más acorde a sus gustos, caen en el mismo error de Israel. En lugar de vivir como “pueblo peculiar” apartado para Dios —santos y diferentes al mundo— muchos terminan copiando las modas y actitudes del sistema mundano, rechazando al Rey verdadero que es Cristo.

Esta realidad no es solo histórica, es personal. El Hermano Branham comparte en este mensaje un ejemplo vívido de su propio ministerio. Cierta vez, varias denominaciones le presionaron a que se disculpara y cambiara su postura en temas que él había predicado fielmente, llegando incluso a exigirle que retirara algunas cintas de sus mensajes.