A lo largo de estos cuatro capítulos nuestro papel no es otro que el de acompañar, documentar. Son las propias historias las que van marcando una cronología precisa que deja al descubierto el abandono más cruel antes, durante y después de la tragedia. Sobrevivir a la DANA no es solo un título: Es un acto de memoria. Sobrevive el relato de los que ya no están pero también el de quienes siguen esperando justicia atrapados en un silencio institucional que les mantiene sumidos en un doble duelo.