En Jérica, un municipio de apenas 2.000 habitantes en la provincia de Castellón, los vecinos conviven desde hace tiempo con unos habitantes inesperados: cabras que saltan de tejado en tejado.
El origen del fenómeno se remonta a los incendios forestales y las sequías, que empujaron a los animales salvajes a acercarse al núcleo urbano en busca de alimento y refugio. Desde entonces, las cabras se han instalado en el pueblo y se mueven con total libertad, generando asombro... y también cierta preocupación ya que sus saltos de tejado en tejado pueden causar daños o accidentes.