Lo habitual en el Congreso de los Diputados son las llamadas de atención de su presidenta a sus señorías. Normalmente, estos toques van dirigidos a los grupos de la derecha y la ultraderecha. Esta vez no iba a ser menos. Francina Armengol ha tenido que interrumpir la sesión de control durante un minuto para pedir “respeto” a los miembros del Gobierno mientras responden a las preguntas parlamentarias. “Un mínimo de educación”, espetaba la tercera autoridad del Estado, mientras abroncaba al Partido Popular por imponer su “estrategia deliberada de hacer ruido” mientras contestan los ministros, como le ha ocurrido a la titular de Defensa, Margarita Robles.