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00:00En marzo de 1963, el volcán Irasú entró en un ciclo eruptivo que se extendió durante dos años.
00:09Como efecto inmediato, la expulsión de ceniza generó la Ares y afectó a la agricultura y ganadería.
00:14Pero con el paso del tiempo, estas mismas cenizas contribuyeron a la formación de suelos fértiles en la región.
00:20Los suelos fértiles de la meseta central, de las laderas de Cartago, han sido fertilizadas por miles de años probablemente con las cenizas volcánicas.
00:35Esta erupción de ceniza contiene minerales que aportan al suelo y que con el tiempo, valga la redundancia, se mineralizan y liberan nutrientes que son importantes para el cultivo de las plantas.
00:50Viajemos al presente.
00:53¿Podría el mismo fenómeno que ocurrió en Cartago durante los 60 repetirse con las recientes erupciones del Poás?
01:00Es muy similar y ha ocurrido a través de los miles de años en Costa Rica, donde es una zona muy volcánica y en otros países del mundo donde también ocurren los mismos fenómenos.
01:11De manera que podemos esperar que en el largo plazo lo que está pasando en el Poás vaya a contribuir con la fertilidad de los suelos aledaños donde esas cenizas están cayendo.
01:23No es coincidencia que en estos sectores el café prospere con tanta calidad.
01:27Usted puede encontrar cerca de los volcanes esos suelos que son insuperables para la producción y para la calidad de los productos.
01:43Y la naturaleza después de haber sucedido situaciones tan graves, viene de nuevo la recuperación y las bondades para continuar produciendo.
01:58Sin embargo, a corto plazo las consecuencias pueden ser severas, especialmente para la vegetación, la ganadería y el turismo.