Tim Friede se ha sometido durante más de 18 años a 200 mordeduras de diferentes especies venenosas de serpiente. Su sueño: convertir su sangre en un suero para poder crear una vacuna que proteja de la mayor cantidad de venenos posibles.
Tim ha estado a punto de morir en más de una ocasión, e incluso de sufrir amputaciones. No fue hasta 2017 que un científico se interesó por su caso. A partir de entonces ha participado en investigaciones científicas que han dado como resultado un suero que protege ampliamente de la mordedura de 13 especies.
De momento y aunque los estudios son prometedores están pendientes de validación y Tim sigue soñando en conseguir una cobertura total de los venenos con un suero.