La última película del francés Emmanuel Courcol vendió cerca de tres millones de tickets en su país, transformándola en uno de los grandes éxitos de la temporada pasada. Es lógico: Unidos por la música es lo que la prensa de habla inglesa suele llamar un crowdpleaser, un film capaz de complacer a la audiencia más amplia y diversa posible. Hay varios puntos de contacto con su largometraje inmediatamente anterior, pero si en El triunfo el teatro era el catalizador de la trama aquí lo es, en gran medida, la música. Y algunas cosas más, ya que la historia ofrece durante los primeros quince minutos un torbellino de eventos extremos e inesperados.