00:00Este es el primer saludo de Cristo resucitado y buen pastor, que ha dado la vida por el rebaño de Dios.
00:21También yo quisiera que este saludo de paz llegue hasta sus corazones, les alcance a sus familias, a todas las personas, donde quiera que se encuentren, a todos los pueblos, a toda la tierra. La paz esté con ustedes.
00:51Esta es la paz de Cristo resucitado.
01:06Una paz desarmada y una paz desarmante, humilde y perseverante, que proviene de Dios, que nos ama a todos, incondicionalmente.
01:31Todavía conservamos en nuestros oídos esa voz débil, pero siempre valiente del Papa Francisco, que bendecía a Roma.
01:48El Papa que bendecía a Roma daba también su bendición al mundo, al mundo entero, esa mañana del día de Pascua.
02:07Permítame dar continuidad a esa misma bendición, que Dios nos quiere mucho, Dios ama a todos, y el mal no prevalecerá.
02:21Estamos todos en las manos de Dios, por lo tanto, sin miedo, unidos, mano de la mano con Dios y entre nosotros, vayamos adelante.
02:38Seamos discípulos de Cristo.
02:41Cristo nos precede.
02:44El mundo necesita de su luz.
02:48La humanidad necesita de Él como el puente para ser alcanzada de Dios por su amor.
02:59Ayúdenos también ustedes, los unos a los otros, a construir puentes, con el diálogo, con el encuentro, uniéndonos todos, para ser todos un solo pueblo, siempre en paz.
03:16Gracias al Papa Francisco.
03:29Quisiera agradecer también a todos los hermanos cardenales que me han elegido para ser el sucesor de Pedro y caminar junto a ustedes como Iglesia unida, buscando siempre la paz, la justicia,
03:51buscando siempre, trabajar como hombres y mujeres fieles a Jesucristo, sin miedo, para proclamar el Evangelio y para ser misioneros.
04:05Soy un hijo de San Agustiniano, que ha dicho, con ustedes soy cristiano y para ustedes obispo.
04:31En este sentido, podemos todos caminar juntos hacia esa patria, la cual Dios nos ha preparado.