Es la Hora del Brillo de la Justicia, las tinieblas caerán sin contemplación ante la Luz del Señor de los Espíritus, es la hora que la profecía señala, la Luz en las tinieblas Resplandece y las tinieblas y sus abanderados son destruidas para siempre. Es la Hora del Hijo del Hombre y su fuerza, la Luz de Cristo que se manifiesta en esta Humanidad.