Una filtración a través de un grupo de mensajería encriptada (Signal), dejó en descubierto a la administración de Donald Trump sobre los planes de guerra en Yemen. El editor jefe de The Atlantic, Jeffrey Goldberg, hizo pública su historia contando que lo habían incluido en estas conversaciones, donde el gabinete compartía información para los próximos ataques militares contra los hutíes y las posturas sobre Europa y su odio por volver a rescatar al viejo continente. Ante esto la portavoz de la casa blanca, Karoline Leavitt, negó las acusaciones del periodista señalando que es conocido por su sensacionalismo y que no se compartió información clasificada, luego de esto, el asesor de seguridad, Mike Waltz, asumió toda la responsabilidad de los mensajes enviados y advirtió que iba a llegar al fondo del asunto. Por su parte, el presidente Donald Trump, restó importancia y dijo que The Atlantic es una revista que va a la quiebra y apoyó a Waltz al que consideró que se ha atacado de manera injusta y cuyo puesto no parece peligrar.