Donald Trump sigue dando titulares con su política de recortes. Su última puesta en escena la ha hecho sentado en un pupitre y rodeado de niños en un acto en la Casa Blanca. Ha firmado un decreto para desmantelar el departamento de educación. Su competencia pasará a los Estados, lo que supondrá el despido de más de dos mil funcionarios. El presidente sabe que este texto debe pasar por el Congreso y conseguir, al menos, 60 votos en el Senado. Algo improbable porque los republicanos solo cuentan con 53 escaños en la cámara baja.