A medida que Donald Trump endurece sus exigencias a China, que a su vez es el mayor consumidor de sus productos agrícolas, el gigante asiático afianza sus relaciones con otros proveedores. ¿Podrá el gigante asiático encontrar nuevos proveedores? América Latina cree que sí. Lo que para unos es una pesadilla, para otros puede ser una oportunidad. La guerra comercial emprendida por Estados Unidos contra sus principales aliados no solo reconfigura el comercio global, sino que, de paso, fomenta nuevas relaciones entre sus rivales.Es posible, por ejemplo, que Brasil pueda arrebatarle a Estados Unidos una mayor cuota de mercado dentro de las importaciones chinas, como ya lo ha venido haciendo desde hace varios años, cuando Donald Trump inició el castigo arancelario contra China en su primer mandato.Leer tambiénBolsas del mundo se estremecen ante amenaza inflacionaria por la guerra de aranceles de TrumpWashington aplicó aranceles adicionales del 10% sobre los productos provenientes de China desde el 4 de febrero y el 4 de marzo los subió al 20%. Como respuesta, Beijing anunció impuestos de aduana desde el diez de marzo de entre el 10% y el 15% adicionales para ciertas partidas agrícolas como trigo, maíz, carne de res, pollo, algodón soya y leche.El impacto de estas medidas se calcula en miles de millones de dólares porque China es el principal comprador agrícola de la primera economía del mundo, con unos 29.000 millones de dólares importados solo en 2024.Los despojos de cerdo como las orejas y las patas de pollo y otras vísceras son lo que más le compra el gigante a su socio norteamericano, artículos muy valorados en la cocina asiática, pero con poca demanda en Estados Unidos.Carlos Verissimo, ana Nuestro sitio : http://www.france24.com/
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