Excitados, felices, vitales y conectados. Así transitaron Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur la contundente hora y cuarto de show que significó el regreso al ruedo –al menos por una noche- de Illya Kuryaki & The Valderramas (IKV), después de su última presentación en vivo, en 2017. En uno de los escenarios centrales del festival Buena Vibra, el Aperol Sptriz, el emblemático dúo desplegó su particular dosis de rap, funk, soul y ritmos latinos, un cóctel musical que hizo escuela en estas pampas y que le abrió incluso camino a artistas que hoy tienen un lugar privilegiado en el mainstream de la música urbana, como Ca7riel y Paco Amoroso.
Lo cierto es que en la noche del sábado –que reunió a 17 mil personas que desafiaron el calor extremo-, Spinetta y Horvilleur entregaron un recital tan conectado con el presente que daba la sensación de que nunca hubieran dejado de tocar. Después de resolver un desperfecto con el sonido, la lista de temas comenzó con “Helicópteros” y “Chaco”, que dieron paso por un breve, pero letal, recorrido por todos los discos, desde Fabrico cuero (1991) hasta L.H.O.N, publicado en 2016.