Un hombre de 31 años sufrió un brutal ataque tras intentar defender a una mujer que estaba siendo asaltada. Al ver la agresión, decidió intervenir y chocó el auto de los delincuentes con su camioneta, permitiendo que la víctima escapara. Sin embargo, los atacantes volcaron su furia contra él: lo inmovilizaron, lo rociaron con nafta y lo prendieron fuego. Gravemente herido, logró conducir hasta la casa de su madre, donde fue trasladado de urgencia al hospital con quemaduras en el 60% de su cuerpo. Se encuentra internado en estado crítico, mientras que los agresores continúan prófugos.