Rubio llegó a Panamá en medio de la expectativa y la tensión por el tono agresivo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sus críticas hacia el canal de Panamá y las amenazas de recuperarlo, pese a que la vía acuática, bajo administración panameña hace 25 años, fue transferida en 1999, conforme a los tratados Torrijos-Carter de 1977, luego de varias décadas de conflictos.