Más de 12.000 delegados de cerca de 190 países, entre ellos siete jefes de Estado y un centenar de ministros de Ambiente, se han dado cita en la ciudad colombiana de Cali para participar en la COP16, la cumbre mundial de la biodiversidad, que le servirá a América Latina y el Caribe para sacar músculo. En medio de la crisis ambiental que vive el planeta, la región —que cuenta con seis de los 10 países más megadiversos del mundo: Brasil, Colombia, Perú, México, Ecuador y Venezuela—, alrededor del 60% de la diversidad biológica y un tercio del agua dulce del planeta, quiere mostrar su potencial para ofrecer soluciones.