Para limpiar correctamente la freídora de aire, desenchufa el aparato y espera a que el cajón y el recipiente se enfríen. Evita los choques térmicos que podrían dañar el revestimiento. Utiliza detergente neutro y una esponja suave para limpiar el cajón y el bol, que puede sumergir en agua caliente durante 5 a 10 minutos para limpiar la grasa. Si es necesario, utiliza un cepillo suave para eliminar los residuos. Sécalos con un paño limpio o una toalla de papel y no los guardes húmedos. El exterior puede limpiarse con un paño húmedo y detergente neutro, teniendo cuidado de no eliminar las marcas. El cajón y la cubeta son aptos para el lavavajillas, lo que facilita su limpieza. Evita limpiar el interior, donde se encuentran la resistencia eléctrica y el ventilador, para no dañarlos. Lava la freidora de aire después de cada uso para mantener la eficiencia y facilitar el mantenimiento.