Aída es contratada temporalmente como limpiadora en el colegio en el que estudian sus hijos. Las compañeras de Lorena ponen en ridículo a la señora de la limpieza y la joven oculta a sus amigas que dicha profesional es su madre. Aída, dolida por la actitud de su hija, decide darle una lección ejemplar. Además, Mauricio recibirá la visita de su hermano Tony.