El nadador Hugo González (25 años, Palma de Mallorca) se mueve en el agua con tanta gracilidad como fuera de ella. En la piscina, donde acaba de coronarse campeón del mundo de los 200 metros espalda en el Mundial de Doha (Catar), encuentra sosiego: “Es un poco casa. El lugar donde reflexiono sobre cómo me siento. Si no estoy nadando una semana me siento raro. Lo echo de menos”, explica en esta vídeoentrevista. González, una de las grandes esperanzas de la natación española tras su doble victoria (oro y plata) del pasado febrero, conoció la natación por necesidad: “Es una historia divertida. Mi padre me enseñó a nadar por miedo a que me ahogase. Y mi madre se aseguró de que aprendiese”, relata. Desde aquel chaval que chapoteaba porque necesitaba gastar energía hasta el tiburón de metro noventa que entrena en Berkeley (EE UU) con los más rápidos del planeta han pasado dos décadas. Ahora, en el mejor momento de su carrera,  prepara la cita olímpica de París: “La afronto con toda la ilusión. Nunca he nadado tan rápido”.