Gil Lázaro (VOX) lanza a la cara de Marlaska la criminalidad cotidiana que el Gobierno Sánchez intenta ocultar
- hace 2 meses
El repaso fue de tronío.
Ignacio Gil Lázaro, diputado de VOX, quiso conocer de primera mano los datos sobre criminalidad cotidiana preguntándole directamente al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Este, en su habitual tono cuando le pregunta la oposición, respondió de esta guisa:
Muchas gracias, señor Gil Lázaro. Pero antes de responderle, quisiera saber, ¿qué es para VOX la criminalidad cotidiana? ¿Apalear un muñeco como si fuese el presidente del gobierno? ¿Tener en sus filas a responsables políticos condenados por violencia machista? ¿Acosar o insultar a personas por su orientación sexual o identidad de género? ¿Agredir a mujeres por el hecho de ser mujeres? Mire, este Gobierno seguirá combatiendo evidentemente toda y cada una de las formas de criminalidad.
El parlamentario de la formación de Santiago Abascal fue a saco:
Señor ministro, le voy a explicar a usted, ya que me lo pregunta, lo que es la criminalidad cotidiana. Ayer tarde, en Madrid Río, una mujer en silla de ruedas apuñalada, según testigos, por un grupo de mujeres, el sábado pasado, en Algemesí, una menor brutalmente atropellada y muerta por un argelino. En Canarias, coincidiendo con la avalancha migratoria, las violaciones han aumentado un 83%. En la ciudad de Barcelona, 8 de cada 10 detenidos son extranjeros. En el País Vasco, un tercio de los delitos cometidos en la región son penales. En Bilbao, los delitos afectos a ese tipo de autoría han aumentado un 40% en los últimos cinco años. Un barrio tan tradicional como el de San Francisco se ha convertido hoy en un guento de delincuencia marroquí. El 26,8% de los bilbaínos dicen que su principal preocupación es la inseguridad. En Vitoria, en los barrios de Salburúa y de Santa Lucía, grupos de vecinos han tenido que organizarse labores de vigilancia ante las olas de agresión y de robos que perpetran.
Y así suma y sigue consecuencia de las políticas del Gobierno vasco y de los ayuntamientos en manos del PNV y de Bildu, que han llenado las calles vascas de una inmigración conflictiva y subvencionada que genera inseguridad en ancianos. En el conjunto nacional, señor ministro, son sus datos. La tasa de criminalidad de extranjeros multiplica por tres la de los españoles. El 32% de los homicidios, el 39% de las violaciones, el 47% de los robos con violencia son perpetrados por extranjeros. Ese es el rostro de la criminalidad cotidiana en la que tiene que ver mucho su fracaso en la lucha contra la inmigración ilegal. Porque como sí dice VOX, en serio, para encarar ese fenómeno hace falta voluntad firme, hace falta aplicación rigurosa de la ley y hacen falta medidas eficaces. Sobran chanzas como las suyas.
Ignacio Gil Lázaro, diputado de VOX, quiso conocer de primera mano los datos sobre criminalidad cotidiana preguntándole directamente al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Este, en su habitual tono cuando le pregunta la oposición, respondió de esta guisa:
Muchas gracias, señor Gil Lázaro. Pero antes de responderle, quisiera saber, ¿qué es para VOX la criminalidad cotidiana? ¿Apalear un muñeco como si fuese el presidente del gobierno? ¿Tener en sus filas a responsables políticos condenados por violencia machista? ¿Acosar o insultar a personas por su orientación sexual o identidad de género? ¿Agredir a mujeres por el hecho de ser mujeres? Mire, este Gobierno seguirá combatiendo evidentemente toda y cada una de las formas de criminalidad.
El parlamentario de la formación de Santiago Abascal fue a saco:
Señor ministro, le voy a explicar a usted, ya que me lo pregunta, lo que es la criminalidad cotidiana. Ayer tarde, en Madrid Río, una mujer en silla de ruedas apuñalada, según testigos, por un grupo de mujeres, el sábado pasado, en Algemesí, una menor brutalmente atropellada y muerta por un argelino. En Canarias, coincidiendo con la avalancha migratoria, las violaciones han aumentado un 83%. En la ciudad de Barcelona, 8 de cada 10 detenidos son extranjeros. En el País Vasco, un tercio de los delitos cometidos en la región son penales. En Bilbao, los delitos afectos a ese tipo de autoría han aumentado un 40% en los últimos cinco años. Un barrio tan tradicional como el de San Francisco se ha convertido hoy en un guento de delincuencia marroquí. El 26,8% de los bilbaínos dicen que su principal preocupación es la inseguridad. En Vitoria, en los barrios de Salburúa y de Santa Lucía, grupos de vecinos han tenido que organizarse labores de vigilancia ante las olas de agresión y de robos que perpetran.
Y así suma y sigue consecuencia de las políticas del Gobierno vasco y de los ayuntamientos en manos del PNV y de Bildu, que han llenado las calles vascas de una inmigración conflictiva y subvencionada que genera inseguridad en ancianos. En el conjunto nacional, señor ministro, son sus datos. La tasa de criminalidad de extranjeros multiplica por tres la de los españoles. El 32% de los homicidios, el 39% de las violaciones, el 47% de los robos con violencia son perpetrados por extranjeros. Ese es el rostro de la criminalidad cotidiana en la que tiene que ver mucho su fracaso en la lucha contra la inmigración ilegal. Porque como sí dice VOX, en serio, para encarar ese fenómeno hace falta voluntad firme, hace falta aplicación rigurosa de la ley y hacen falta medidas eficaces. Sobran chanzas como las suyas.