La Conferencia Episcopal: "Si las cifras fueran reales, estaríamos todos implicados"

  • hace 7 meses
Los obispos se han mostrado este lunes a la defensiva, eluden la gravedad de la magnitud de las cifras sobre la pederastia del clero que salen a la luz y, por último, limitan y diluyen su responsabilidad, enmarcándola en un fenómeno que afecta a toda la sociedad y solo en pequeña parte a la Iglesia. Esa ha sido la respuesta del presidente de la Conferencia Episcopal (CEE), el cardenal Juan José Omella, y el portavoz de la institución, César García-Magán, después de cuatro días, al severo informe del Defensor del Pueblo presentado el viernes. Los obispos tampoco han cogido la mano que les tendió el Defensor en sus conclusiones, con la propuesta de un fondo común con el Estado para indemnizar a las víctimas. La CEE, por el contrario, condiciona su participación en esa iniciativa a que beneficie a todas las víctimas de pederastia de cualquier ámbito, no solo de la Iglesia, “de otro modo se crearían víctimas de primera y de segunda clase”. Según la encuesta del Defensor, un 11,7% de la población ha sufrido abusos en su infancia.
El estudio contiene una amplia encuesta a 8.000 ciudadanos que estima que el 1,13% de la población ha sufrido abusos en la infancia en ámbito religioso, un porcentaje que según los cálculos de EL PAÍS equivale a unas 440.000 personas. El Defensor, en su rueda de prensa, se negó explícitamente a hacer esa regla de tres porque no quería entrar en el debate de dar números absolutos de la encuesta, aunque invitó a los periodistas a hacer las cuentas. Omella volvió a desacreditar esas cifras como una extrapolación que es “mentira”: “Realmente si seguimos las cuentas matemáticas yo creo que estaríamos metidos en esa dinámica de los abusos. Ustedes y yo”. Aunque matizó: “Somos todos de letras y no de matemáticas”.

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