LA TRAGEDIA DE SAN CRISTÓBAL LE DEJÓ UNA MARCA IMBORRABLE

  • hace 7 meses
Desde horas de la mañana de ese lunes, el ambiente estuvo tenso, con un aire caliente y sin energía eléctrica, por lo que se mantuvo sentada en la acera del negocio donde trabaja en la calle Jesús de Galíndez, en San Cristóbal.

Lo que Águeda, de 59 años, nunca pensó es que mientras escapaba del calor de la infraestructura; los escombros y cristales de una explosión a pocos metros de donde estaba, la atraparían haciéndola perder el conocimiento, provocando lesiones en su pierna izquierda y marcaría su vida para siempre.

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