Las manchas de vino tinto pueden ser muy difíciles de quitar, pero hay algunos trucos rápidos para que tu ropa vuelva a lucir como antes. 
Salar la mancha es una solución rápida y barata. Basta con cubrir la mancha con sal y dejar que la sal penetre en la mancha húmeda. 
Al secarse, la sal absorberá la mancha. A continuación, límpiala con la aspiradora. Puedes utilizar bicarbonato sódico en lugar de sal para obtener resultados similares. 
Verter partes iguales de detergente lavavajillas y peróxido de hidrógeno hará que la mancha desaparezca inmediatamente una vez aplicada sobre ella. 
En una tetera, calienta un poco de agua. Estira la zona manchada de la tela sobre un cuenco de cristal y sujétala bien con una goma elástica. 
Cuando el agua esté hirviendo, viértela directamente sobre la mancha desde lejos. 
La mancha también debería levantarse si la cubres con vinagre blanco y la frotas con detergente líquido inmediatamente después de aplicar el vinagre. 
Para las manchas blancas, tendrás que sumergir la tela en lejía durante unos diez minutos y luego lavarla con agua caliente.