Después de meditarlo muy seriamente, he tomado una decisión: voy a dejar de llamar a Pedro Sánchez 'El Figura'. Lo siento porque sé que estáis acostumbrados ya a este 'mote', pero desde ahora creo que le cuadra mejor el de 'Amado Líder'.

El discurso que el pasado miércoles tuvieron que soportar los diputados de su grupo parlamentario, y de paso todos los españoles, dejó al mismísimo mandatario norcoreano como un 'demócrata' a su lado. La arenga fue una de las más repugnantes y nauseabundas de cuantas hemos escuchado a un líder político, a un presidente del gobierno, en toda la historia de la reciente democracia en España.

Os supongo enterados de que, todos cuantos no votamos al PSOE el pasado 28-M, nada menos que siete millones de votantes del PP, o un millón seiscientos mil ciudadanos que depositaron su papeleta en favor de Vox, incluyendo también a los electores de Ciudadanos, somos una 'panda de fachas' que no se ha enterado de que España está en un estado de grave necesidad, y tampoco somos conscientes de que, sólo él, 'El Figura', puede salvarnos. Precisamente él, que lleva cinco años exactos jod... al país -tras la transición de poderes entre el bolso de Soraya y su persona'- y que ahora, desde aquel aciago 1 de junio de 2018, culpa a todos de su derrota... menos a él mismo.

Menos mal que, tras los comicios del 23 de julio, por muy verano que sea, te vamos a enviar, como dicen en mi tierra, a tomar por donde amargan los pepinos'.