Eurico Campano: “El ‘figura’ Sánchez muere por ser el nuevo Maduro y Kirchner de un ‘Frente Amplio’”
  • el año pasado
Que España se encamina hacia un escenario incierto no es secreto alguno para nadie. En distintos planos. Este jueves, 27 de abril, el Congreso dará luz verde en primera instancia a una nueva Ley de Vivienda que supone un atentado flagrante contra la propiedad privada, a la que se va a comenzar a disparar con postas, políticas, por supuesto. La extrema izquierda, la política y la mediática que va por ahí comprando frecuencias y canales, se reirá de nosotros y dirá que una vez más volvemos 'los fachas de la caverna con el rollo bolivariano'...

¡Claro! Porque es el que os ha hecho millonarios y porque en España estamos a cinco minutos del: ¡Expropiesé!, que pusiera de moda el gorila venezolano.

Estamos en eso, y no es ningún secreto, porque Pedro Sánchez sabe desde hace meses que su partido no tiene posibilidad alguna de resultar elegido como primera fuerza política, sino como segunda. Algo llamativo por cierto, considerando la que ha caído en este país, el hecho de que millones de personas sigan considerando que se puede votar a esta gente; tal vez porque estén idiotizadas, enfermas de odio, de sectarismo, o porque no hayan superado la Guerra Civil. El PSOE no será, ni de lejos, la primera fuerza política, sino que lo será el PP de Feijóo. Salvo que nos encontremos con una catástrofe similar a la de hace diecinueve años.

El próximo presidente del Gobierno será Núñez Feijóo y Sánchez, para lo que trabaja, no es para conservar su partido, al que ya ha laminado, sino para convertirse, a partir de 2024, en el cabecilla de un 'Frente Amplio', al estilo de los que hay al otro lado del Atlántico, en el que quepan separatistas, filoetarras, comunistas, versiones I o II de Podemos, ya sean Iones o Yolandas, y demás hierbas. Por esta razón no hace más que lamer las botas a toda esta cuadrilla. Él quiere aglutinar todo esto. El problema será 'el factor humano', quién mandará ahí, porque no sólo él quiere, sino muchos otros, como la citada Yolanda o el propio Iglesias.
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