En España no hay huevos. No es una 'boutade', es la realidad. Comienzan a escasear los productos básicos como los huevos, sin broma alguna. Los pocos que hay han disparado su precio. El gobierno se emperra, sin embargo, en mantener esa mercancía averiada que supone su propaganda de que España es el país que más crece de todo nuestro entorno y de la zona euro, y para ello se aferra a un dato 'maquillado', el de un seis por ciento de inflación, sin mencionar en cambio que los precios de los alimentos siguen disparados y el alza de sus precios supera ya un dieciséis por ciento. De nuestras tasas de empleo, que siguen doblando la media comunitaria, ni hablamos.

No hay huevos, sin comillas, por la falta de abastecimiento, por la gripe aviar, y porque a los propietarios de granjas avícolas se les hace cada vez más difícil mantener su producción sin arruinarse. Todo a pesar de que hace pocas semanas, el ministro de agricultura, Luis Planas, aseguró que la escalada de los alimentos 'había tocado techo'.

La crisis nos amenaza a todos, salvo a ellos, como puede apreciarse. Unas ministras, como Nadia Calviño o Yolanda Díaz, que visten chaquetas carísimas y que 'hacen la compra' en supermercados 'baratísimos' en los que 'encuentran muchas ofertas' mientras cada vez más familias españolas suprimen una comida al día para ahorrar. Crece el hambre en España... pero no para ellos.

Estas penurias económicas unidas a las crecientes trifulcas entre los socios del gobierno de coalición, y en el seno de la facción 'podemita' entre 'los morados' y los antiguos comunistas 'pata negra', algunos Yolandistas y procedentes de lo que fue Izquierda Unida, huele a descomposición. A fin de régimen. España lo agradecerá.