Aunque no hay cifras oficiales de la cantidad de personas que viven en situación de calle, es evidente que se trata de un problema de Estado, pues la situación es consecuencia de la crítica situación económica y una política social poco integradora.
Como una muestra, pero que es el reflejo de muchos, presentamos la historia de un septuagenario residenciado en la isla de Margarita que por accidente laboral ya no pudo trabajar más y solo de limosnas y solidaridad puede vivir en este momento.