Pedro Sánchez lo vuelve a hacer y lo peor de todo es que ya ni nos sorprende. Hablamos de la utilización desmedida del Falcon, el avión presidencial, aunque tenía otras opciones más económicas, menos contaminantes y, sobre todo, menos hipócritas.

El Presidente del Gobierno acudía este sábado a la gala de los Goya que se celebró en Sevilla y, a la mañana siguiente, se fue a Málaga, a un acto del PSOE utilizando como excusa una visita institucional al Parque Tecnológico de Andalucía en Málaga.

El trayecto entre las dos ciudades andaluzas es de unos 200 kilómetros por carretera. Sánchez hubiera tardado menos de dos horas en coche.

Además, Sevilla y Málaga están bien comunicadas. Sánchez hubiera tardado menos de dos horas en AVE.

Sin embargo, nuestro Presidente prefirió utilizar el Falcon para volar unos 25 minutos a Málaga y, desde allí, unos 45 minutos para regresar a Madrid, emitiendo más de 4 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera, lo que se traduce en un gasto superior a los 1.000 euros solo en gasolina, a cargo del contribuyente.

Para rematar la jugada, en el acto socialista de Málaga, Pedro Sánchez no solo aprovechó para atacar a la Presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, sino que pidió “responsabilidad” y “coherencia” y señaló que “no se puede reclamar a los de abajo y festín para los de arriba”.