Las cartas explosivas que el Gobierno llamó “amenaza fascista” provenían de un jubilado comunista prorruso
  • el año pasado


A finales del pasado año, en Moncloa, el Ministerio de Defensa, la embajada de Ucrania y la de Estados Unidos en Madrid y una empresa de armamento de Zaragoza, recibieron seis cartas con artefactos explosivos. Se investigó a un sospechoso por tener material pirotécnico en casa.

El Gobierno aseguraba entonces que habían recibido ataques fascistas de la extrema derecha.

The New York Times publicaba esta semana que los servicios secretos estadounidenses estaban investigando a un grupo ruso como posibles autores del envío de ese material pirotécnico a las instituciones españolas.

Mientras tanto, la Policía Nacional ya tenía localizado al presunto autor de los hechos, que ya ha sido detenido y puesto a disposición judicial. Se trata de un jubilado de 74 años, simpatizante comunista, prorruso, nostálgico de la Unión Soviética y fan de La Pasionaria. En su domicilio además del material pirotécnico que ya habían encontrado a finales de año, que resulta que lo había comprado en Amazon, encontraron recortes de artículos que alababan a la banda terrorista ETA. La Audiencia Nacional ya está investigando el caso como un presunto delito de terrorismo.

Las Fuerzas y Cuerpos de seguridad aseguran que no es un loco, sino un fanático comunista. Lo que, desde luego, no es este jubilado es un fascista ni precisamente de extrema derecha como dijo el Gobierno, que queda con esto, una vez, en evidencia.
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