¿Llega nuestra basura al círculo polar ártico? En un viaje al Ártico, un documentalista descubre lo impensable: las playas de Lofoten, una isla alejada de la civilización, están llenas de basura y en medio de todo: una botella de cerveza alemana.

¿Es esto posible? ¿Llega realmente nuestra basura al círculo polar ártico? De vuelta en Dresde, el documentalista, Steffen Krones no puede quitarse esta pregunta de la cabeza. Quiere averiguarlo por sí mismo. Junto con su amigo y vecino, un diseñador técnico, comienza a construir boyas GPS para rastrear sus rutas a través del Elba y luego del Mar del Norte. Impulsados por la loca idea de enviar un mensaje en una botella a Lofoten, viven innumerables momentos extraños e increíbles, traspiés, pero también sorpresas.

Para su proyecto, el cineasta cuenta con el apoyo de reconocidos científicos del Instituto Alfred Wegener, ya que primero necesita comprender qué sucede con nuestros desechos cuando llegan a nuestros ríos y océanos. A estos científicos, también se suma su amigo Kris, un inuk de Noruega, que como compañero de viaje en el Océano Ártico desea mostrar a los turistas la fragilidad y belleza de la naturaleza, así como el impacto del hombre a través de la contaminación con residuos plásticos.

Steffen Krones y sus amigos trabajaron en su proyecto con boyas durante casi tres años y, al mismo tiempo, también en el reportaje: "¿Mensaje en una botella desde Dresde?”. Estilísticamente, el documental varía entre tomas de "selfie" modernas y auténticas, donde algunos de los personajes principales toman tan solo con teléfonos celulares y cámaras de mano, impresiones cinematográficas de los fantásticos paisajes que exploran en su viaje. Así, las experiencias personales de estos amigos también se conectan visualmente con el gran tema de la naturaleza y la protección del medio ambiente.