Sánchez pisotea el socialismo beneficiando a corruptos e independentistas
  • el año pasado
Hace poco más de un año, el PSOE celebraba su cuadragésimo congreso, en el que se marcaban las líneas de acción política que debía seguir el partido.

El Partido Socialista aseguraba que “los efectos de la corrupción son demoledores” porque es un “fenómeno que afecta a la gobernabilidad, a la confianza en las instituciones, quiebra la igualdad de oportunidades y vulnera derechos de la ciudadanía”.

El documento, votado por la militancia socialista durante el citado congreso, afirma que “el binomio corrupción-impunidad deriva en desconfianza institucional y alejamiento de la ciudadanía de sus representantes”. Insistían también los socialistas en “endurecer las sanciones”.

Pero, ahora, Pedro Sánchez pisotea el ideario socialista para contentar a sus socios de ERC y tratar de mantenerse en La Moncloa. Pasamos de querer endurecer las penas, a rebajarlas. El propio Gobierno ya admitió que habrá corruptos que se beneficiarán.

Con esta reforma que plantea el Gobierno de Sánchez, podrían verse favorecidos líderes independentistas juzgados, procesados o huidos, como Carles Puigdemont, o el exdirigente socialista José Antonio Griñán.
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